Antes de comenzar, necesitarás algunos elementos sencillos. Asegúrate de tener un asiento cómodo, un vaso de agua tibia y un cronómetro programado en cinco minutos. Estos materiales son esenciales para asegurarte de que puedes realizar la técnica de forma correcta y cómoda.
2. Póngase en una posición cómoda
Busque un lugar tranquilo donde pueda sentarse sin que nadie lo moleste. Colóquese en un asiento cómodo, asegurándose de que sus pies estén apoyados en el suelo y su espalda esté recta. Esta postura es importante para promover la relajación y el funcionamiento óptimo del intestino.
3. Hidrátate
Bebe el vaso de agua tibia lentamente, tomando pequeños sorbos. Esto ayudará a estimular tu sistema digestivo y facilitará el movimiento intestinal. El agua tibia es particularmente efectiva porque ayuda a relajar los intestinos y ablandar las heces.
4. Concéntrese en su respiración
Cierra los ojos y respira profundamente. Inhala por la nariz y exhala por la boca, manteniendo un ritmo constante. Esto ayuda a relajar los músculos abdominales y puede favorecer el movimiento intestinal.
5. Masajea tu abdomen
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