El ajo es famoso en todo el mundo no solo por su intenso sabor, sino también por sus numerosos beneficios para la salud. Sin embargo, no todos los ajos que se encuentran en el supermercado son iguales. Para asegurarse de elegir lo mejor para su salud, hay dos tipos específicos de ajo que quizás desee evitar comprar. Veamos qué ajos debe evitar y por qué.
1. Ajo blanqueado
Sí, has leído bien: algunos ajos están blanqueados. Mientras paseas por el supermercado, es posible que notes que algunos bulbos de ajo son excepcionalmente blancos. Esta apariencia sobreprocesada a veces puede deberse al blanqueamiento, en el que el ajo se trata con productos químicos como el cloro para que parezca más limpio y atractivo. Si bien el blanqueador se utiliza en cantidades mínimas y “seguras”, consumir estos productos químicos no es ideal para la salud. El ajo blanqueado también tiende a tener un sabor más suave y menos antioxidantes en comparación con el ajo curado naturalmente.
Cómo identificarlo: Busque ajo que no sea de un blanco anormal y que tenga ligeras decoloraciones naturales. Estas son normales y no afectan la calidad ni el sabor del ajo.
2. Ajo chino
Si bien no todo el ajo importado de China es malo, el ajo chino ha sido objeto de escrutinio debido a los altos niveles de pesticidas que se suelen utilizar en su cultivo. Estos pesticidas pueden permanecer en los bulbos de ajo y suponer riesgos para la salud si se consumen a lo largo del tiempo. Además, vale la pena tener en cuenta el impacto ambiental y la huella de carbono de importar ajo desde lugares tan lejanos si se intenta tomar decisiones alimentarias sostenibles.
Cómo identificarlo: revise la etiqueta o pregunte en la tienda de dónde proviene el ajo. Elija ajo cultivado localmente o productos etiquetados como orgánicos, que tienen menos probabilidades de contener pesticidas dañinos.
Cómo elegir el ajo adecuado
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