Un cargador enchufado y vacío: ¡un riesgo real!

Continúa la transformación de esta tensión en energía capaz de quemarlo todo sin piedad.

Un cargador constantemente enchufado es un factor que aumenta el desperdicio de energía lo que se traduce en un aumento de los costes en la factura eléctrica a pagar.

Aunque este consumo sea mínimo, el resultado de la corriente total absorbida por todos los cargadores utilizados por las personas que residen en una misma casa resulta elevado.

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