Talones agrietados: 8 remedios imparables de la abuela

Vierte el bicarbonato en un recipiente con agua caliente.
Mezcla bien hasta que el bicarbonato de sodio se disuelva por completo.
Remoja tus pies en esta solución durante 15 minutos.
Quítate los pies y frótalos suavemente con la piedra pómez.
Enjuágate los pies con agua limpia y luego sécalos con una toalla suave y limpia, frotándolos ligeramente.
¿Por qué funciona?

Gracias a sus propiedades exfoliantes, el bicarbonato de sodio elimina de forma natural las células muertas. Tiene propiedades antiinflamatorias y también puede neutralizar los malos olores.

7 – A LA VASELINA

Crédito: santeplusmag
Para una hidratación óptima, aplica una capa gruesa de vaselina a la que le has añadido 6 gotas de aceite esencial de lavanda. Ponte los calcetines y déjalos actuar toda la noche para encontrar unos pies nutridos e hidratados.

8 – UN BAÑO DE PIES CON ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA