Si te gusta experimentar, prueba añadir un poco de mostaza para darle un toque especial.
Luego envuelva con cuidado el papel de aluminio, formando una bolsa densa para que el jugo permanezca en el interior durante la cocción.
Hornee el pollo en un horno precalentado a 220 grados durante 15 minutos, más para que la pechuga quede jugosa.
¡Y ya está lista tu pechuga de pollo perfecta! Combina bien con cualquier guarnición, como repollo frito.
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