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Receta de pollo que se derrite en la boca

Precaliente el horno a 375 grados Fahrenheit (190 grados Celsius). Precaliente una bandeja para hornear o cúbrala con papel pergamino y engrásela ligeramente.
Para preparar el pollo, use toallas de papel para secar las pechugas. Espolvoree pimentón ahumado, sal y pimienta por ambos lados. Para un mejor sabor y dorado, pincele cada pieza con un poco de aceite de oliva.
Para preparar la cobertura, mezcle el yogur griego, el queso parmesano, el queso asiago, el ajo en polvo, la mostaza de Dijon, la ralladura de limón y la mitad del perejil picado en un recipiente mediano. Mezcle bien todos los ingredientes.
Rebozar el pollo: repartir la mezcla de yogur entre las pechugas de pollo y distribuirla uniformemente. Para que la mezcla de yogur quede crocante, espolvorear pan rallado panko por encima.
Cocción: Precaliente el horno a 375 grados Fahrenheit. Hornee las pechugas de pollo rebozadas durante 25 a 30 minutos, o hasta que la carne esté opaca por completo y la parte superior esté dorada. Use una capa fina de papel de aluminio para cubrir suavemente el plato si la cobertura se dora demasiado rápido.
Después de sacar el pollo del horno, déjelo reposar unos minutos antes de decorarlo. Sirva con una guarnición del perejil picado restante.
Como guarnición, puedes acompañar el pollo con verduras asadas, ensalada o puré de papas con ajo.
Notas: El sabor característico de este plato se consigue utilizando queso Asiago y ralladura de limón.
Para aquellos que desean una cobertura con más textura, el pan rallado Panko proporciona un delicioso toque crujiente.
La suave acidez de la mostaza de Dijon contrasta con el sabor a queso y la acidez del yogur y el queso.
La tradicional receta de “Pollo que se derrite en la boca” está a punto de recibir una versión moderna.

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