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¡Mi amigo Amish trajo a estos chicos a una comida compartida reciente y a todos se les hizo agua la boca!

2 cebollas dulces grandes cortadas en rodajas finas
Una taza de masa multiuso
2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
1/4 cucharadita de sal
media cucharadita de pimienta negra
Para darle un toque ahumado adicional, puedes agregar 1/4 de cucharadita de pimentón.
un huevo grande
tres cuartos de taza de leche
Aceite de cocina elaborado a partir de verduras
Qué hacer:
Mezcle la harina, el polvo para hornear, la sal, la pimienta y el pimentón en un recipiente grande.
Batir ligeramente el huevo en un recipiente aparte antes de combinarlo con la leche.
Mezcle los ingredientes húmedos con la mezcla de huevo hasta formar una masa.
Agregue las cebollas en rodajas finas y revuelva para cubrirlas uniformemente.
Aproximadamente una pulgada de aceite calentado a 365 grados Fahrenheit en una sartén.
Vierta la masa en el aceite caliente en su forma preferida y cocínela durante dos o tres minutos de cada lado, o hasta que se dore.
Coloque los buñuelos sobre toallas de papel para escurrirlos.
Caliéntalo y disfruta de los elogios.
Cambios y sugerencias:
Para darle más sabor, espolvoree algunas hierbas frescas, como perejil o cebollino.
Añade un poco de picante con una pizca de pimienta de cayena.
La textura crujiente se puede conservar recalentando las sobras en el horno.
En lugar de tirar el aceite usado, fíltrelo y úselo para mejorar el sabor de otras comidas.
Más que un simple plato, las frituras de cebolla Amish son una oda a la tradición, la nostalgia y el placer de compartir comidas caseras y deliciosas con los seres queridos. Pruebe estas frituras para saborear la cocina del Medio Oeste.

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