Mirando este ejemplo, podemos concluir que el rostro no necesariamente parece más joven, sino más bien apropiado para su edad pero parece más cuidado.
La causa son los llamados “marcadores de fatiga”, que pueden aparecer incluso a una edad temprana: en algunas personas aparecen a los 25 años, en otras no aparecen ni siquiera a los 50. Mucho depende del estilo de vida, la alimentación, la salud general y la predisposición genética.
Sin embargo, el uso de rellenos para solucionar este problema puede no ser eficaz. Aunque pueden mejorar la apariencia al instante, su efecto es efímero y los problemas de los “marcadores” pueden verse exacerbados por la pesadez general del rostro.
Los “marcadores de fatiga” aparecen por diversas razones, entre ellas la migración de grasa y la hinchazón, que sólo pueden verse exacerbadas por el uso de rellenos.
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