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El truco para limpiar el horno “sin esfuerzo”. Hasta la grasa quemada desaparece

Si buscas un método fácil para limpiar el horno, no hay nada como el método del bol. Todo lo que necesitarás es un poco de limón y un recipiente pequeño que resista el calor.

A continuación, exprime el zumo de cuatro limones y colócalo en el horno a una temperatura de 250°C. Deja que hierva el zumo durante unos treinta minutos.
Una vez transcurrido este tiempo, retira el recipiente del horno y limpia las paredes internas con un paño húmedo. El limón es un excelente limpiador y desinfectante. Al mismo tiempo, elimina todos los malos olores del horno.

 

 

¡No olvides limpiar los demás componentes del horno!

Para un resultado impecable, no descuides los demás componentes del horno como la parrilla o la ventana principal a la hora de limpiar. Para ello, simplemente mezcla polvo de hornear con agua hasta formar una pasta. Al igual que el bicarbonato, este polvo blanco es ideal para desengrasar y limpiar las rejillas del horno.

 

 

Luego de aplicar el producto, es posible rociar vinagre para completar la limpieza. De la misma manera, también se pueden limpiar los cristales con la solución anterior.

Simplemente deje reposar el producto durante diez minutos antes de enjuagarlo con agua corriente.

Para mantener su rendimiento, es necesario limpiar el horno después de cada cocción. Para ello, pase periódicamente un paño empapado en una solución de agua tibia y lavavajillas sobre las superficies a limpiar.

Dependiendo de la frecuencia de uso del horno se podrá realizar periódicamente una limpieza a fondo siguiendo los métodos antes mencionados.

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