“Todos nos habían apoyado mucho, y tanto William como yo éramos muy conscientes de que esto era algo que entusiasmaba a todos, y estamos enormemente agradecidos por el apoyo que nos mostró el público, y de hecho, para nosotros fue muy importante poder compartir esa alegría y aprecio con el público”.
“Estaba realmente desesperada por volver a casa”,
continuó la Princesa de Gales, “pero a esto se sumó el hecho de tener un bebé recién nacido, padres inexpertos y la incertidumbre de lo que eso depararía, por lo que había todo tipo de emociones encontradas”.
Además, Fletcher le preguntó a Kate si recordaba cuánto tiempo había pasado entre dar a luz a George y luego posar en las escaleras del Ala Lindo.
“Dios mío, no me acuerdo. Todo se me va difuminando”, respondió Kate.
Ella concluyó: “Creo que sí, pasé la noche en el hospital. Recuerdo que fue uno de los días y noches más calurosos con enormes tormentas eléctricas, así que no dormí mucho, pero George sí, lo cual fue realmente genial. Estaba ansiosa por llegar a casa porque, para mí, estar en el hospital me recordaba a estar hospitalizada por estar enferma, así que no era un lugar en el que quisiera quedarme. Así que estaba realmente desesperada por llegar a casa y volver a la normalidad”.
El nacimiento del príncipe George fue, por supuesto, un acontecimiento muy importante y, como para cualquiera, saber el nombre del recién nacido siempre es emocionante. Y cuando se trata de futuros reyes, sin duda es algo especial.
Los hijos reales que se encuentran en la cima de la línea de sucesión suelen tener tres o más nombres. Por ejemplo, Charles se llama Charles Philip Arthur George, William se llama William Arthur Philip Louis y la difunta reina se llamaba Elizabeth Alexandra Mary.
El nombre del príncipe George fue elegido con la ayuda del perro de la familia
Lo mismo ocurre con los tres hijos de William y Kate: George Alexander Louis, Charlotte Elizabeth Diana y Louis Arthur Charles.
“Cuanto más abajo en la línea de sucesión se encuentre, más probabilidades hay de tener un nombre más exclusivo o poco tradicional”, afirmó Carolyn Harris, autora de Raising Royalty: 1,000 Years of Royal Parenting.
En tercer lugar, el monarca siempre conoce el nombre antes de que se anuncie. Sin embargo, la reina Isabel –y, en el futuro, el rey Carlos– no tuvieron que aprobar el nombre elegido por los padres.
Cuando nació el príncipe George, elegir un nombre fue difícil, sobre todo porque era su primer hijo. Por ello, el príncipe William y Kate Middleton decidieron hacerlo de una manera poco real.
William y Kate tuvieron dificultades para elegir el nombre de su primogénito. Sin embargo, se les ocurrió una solución en el proceso de selección. Según el Times, el Príncipe y la Princesa de Gales trajeron a su perro, Lupo, quien los ayudó a elegir de la lista de posibles candidatos.
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