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Cómo dejar tu estufa de vidrio limpia y reluciente en minutos

Espolvoree bicarbonato de sodio:
Espolvoree una cantidad generosa de bicarbonato de sodio sobre la superficie cubierta de peróxido y jabón. El bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que ayuda a eliminar las manchas difíciles sin rayar la superficie del vidrio.

Mezclar y cepillar:
Con un cepillo, mezcle suavemente los ingredientes mientras frota ligeramente la superficie de la estufa. Esta acción asegura que el jabón, el peróxido de hidrógeno y el bicarbonato de sodio trabajen en armonía para eliminar la suciedad y la grasa de manera efectiva.

Limpiar con un paño:
Tome una toalla de papel húmeda y limpie la mezcla jabonosa. Te sorprenderá la facilidad con la que las manchas y los residuos desaparecen, dejando tu cocina de vitrocerámica reluciente y limpia. Para las manchas difíciles, un poco más de cepillado debería ser suficiente. En tan solo unos minutos podrá transformar su cocina de vitrocerámica de un orificio grasiento y manchado a una superficie limpia y brillante. Recuerde, no necesita medidas precisas para este consejo. Simplemente vierta, espolvoree y frote para revelar una estufa más limpia y brillante que nunca antes haya visto. Diga adiós a las frustraciones de limpiar su vitrocerámica y salude a la facilidad y eficacia de este extraordinario método de limpieza. Disfrute cocinando tan atractivo como los platos que crea en su confiable estufa.

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