Ya sean de metal o de plástico, las cremalleras han cambiado la forma en que vestimos o guardamos las cosas. La cremallera se inventó a mediados del siglo XIX y desde entonces se ha mejorado para tener un cierre casi tan perfecto como el de hoy.
Ciertamente, esto no es una coincidencia. Aunque son muy útiles, las cremalleras con frecuencia pueden atascarse o perder “dientes”, lo que dificulta su cierre.
Hay muchas razones por las que una cremallera ya no funciona y para cada una de ellas te ofrecemos una solución a continuación.
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