La mayoría de las lavadoras ofrecen múltiples programas de lavado. Entre ellos encontramos el programa rápido o express cuya principal ventaja es lavar la ropa en un tiempo récord. Aunque puede ahorrarle tiempo, esta opción no es necesariamente la más ventajosa. Te explicamos por qué en este artículo.
La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados en la casa. Gracias a sus características cada vez más innovadoras, permite obtener ropa limpia y fresca después de cada lavado. Sin embargo, algunos programas pueden resultar inadecuados y provocar daños irreversibles a la ropa. Este es particularmente el caso del modo rápido.
¿Por qué no se recomienda utilizar el programa rápido de la lavadora?
Dependiendo del modelo de lavadora, el programa rápido requiere un tiempo que oscila entre quince minutos y una hora. Esto incluye un ciclo de lavado, enjuague y centrifugado y es más adecuado para cantidades más pequeñas de ropa. Sin embargo, esta función exprés puede tener ciertas desventajas… ¡y no las menos importantes!
El programa rápido no garantiza la limpieza de la ropa
El programa rápido de la lavadora no siempre garantiza la limpieza de la ropa, especialmente cuando está sucia. Algunas manchas rebeldes pueden ser difíciles de eliminar con un tiempo de lavado tan corto y una temperatura tan baja. De hecho, esta configuración de 35°C no permite desinfectar determinadas prendas como sábanas, ropa interior, toallas, canastillas o monos de bebé que requieren una temperatura mínima de 60°C. Además, estos textiles pueden necesitar más tiempo de lavado para que las bacterias y los ácaros del polvo desaparezcan por completo. Por eso se recomienda utilizarlo con media carga de máquina.
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