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15 hábitos diarios que están destruyendo tus riñones

Los riñones desempeñan un papel crucial en nuestro bienestar al filtrar los desechos, regular la presión arterial, producir hormonas esenciales y mantener nuestra salud general. Sin embargo, ciertos hábitos diarios pueden dañar silenciosamente nuestros riñones. Este artículo explora 15 de estos hábitos y ofrece consejos para mantener la salud de los riñones.

Uso excesivo de analgésicos
El uso excesivo de analgésicos, especialmente antiinflamatorios no esteroides, es un hábito común para aliviar rápidamente el dolor. Sin embargo, estos medicamentos pueden ser más dañinos de lo que creen. Suponen una carga adicional para los riñones, que deben filtrarlos y desintoxicarlos. Esta sobrecarga puede provocar daño renal a largo plazo. Por tanto, es fundamental limitar el uso de analgésicos y buscar alternativas menos riesgosas para el manejo del dolor.

Exceso de sal
Consumir demasiado sal en nuestra dieta puede dañar gravemente nuestros riñones. Cuando consumimos demasiada sal, nuestro cuerpo tiende a retener tanto agua como sal. Esta retención provoca un aumento de la presión arterial, lo que puede dañar los riñones. Además, cuando los riñones no logran eliminar el exceso de sal y agua, puede provocar hinchazón y edema, especialmente en las manos, piernas y pies. Por tanto, es fundamental controlar y reducir el consumo de sal para mantener la salud renal.

Deshidratación

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Los riñones dependen de una cantidad adecuada de agua para funcionar correctamente. Cuando se deshidratan, los riñones pueden sufrir una afección llamada azol prerenal, que puede provocar una inflamación aguda de los riñones. Esta inflamación puede progresar a insuficiencia renal aguda o enfermedad renal crónica. Por lo tanto, es vital asegurarse de beber suficiente agua todos los días para favorecer la función renal y prevenir daños.

El sueño
juega un papel crucial en la regulación de la función renal. Dormir lo suficiente ayuda a mantener un ciclo de sueño-vigilia equilibrado, esencial para coordinar el trabajo de los riñones durante un período de 24 horas. La falta de sueño altera este ciclo, lo que provoca un aumento de las hormonas del estrés, lo que puede provocar inflamación de los riñones. Por lo tanto, es importante asegurarse de dormir lo suficiente y con calidad para mantener la salud de los riñones.

Demasiada azúcar
El consumo excesivo de azúcar es un importante factor de riesgo de obesidad, presión arterial alta y diabetes tipo 2, que son causas bien conocidas de enfermedad renal. El azúcar no sólo se encuentra en los postres, sino también en muchos alimentos ricos en carbohidratos y bebidas energéticas. Por lo tanto, es importante controlar y limitar la ingesta de azúcar para reducir el riesgo de enfermedad renal y mantener una salud general óptima.

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Alcohol
El consumo regular y excesivo de alcohol está fuertemente relacionado con un mayor riesgo de enfermedad renal crónica. Beber más de cuatro tragos al día puede duplicar este riesgo. Además, combinar alcohol con fumar aumenta aún más la probabilidad de desarrollar problemas renales. El exceso de alcohol puede afectar la función renal y contribuir al deterioro a largo plazo de la salud renal.

Alimentos procesados
​​Los alimentos procesados ​​suelen tener un alto contenido de sodio y fósforo, dos elementos que pueden ser perjudiciales para las personas con enfermedad renal. Además, estos alimentos suelen contener altos niveles de carbohidratos y grasas no saludables, lo que puede provocar inflamación en el cuerpo, incluidos los riñones. Por tanto, es aconsejable limitar el consumo de alimentos procesados ​​para preservar la salud renal.

Consumo excesivo de carne
El alto consumo de proteínas animales, que se encuentran en abundancia en la carne, produce altos niveles de ácido en la sangre. Esto puede dañar los riñones y provocar una afección llamada acidosis. La acidosis ocurre cuando los riñones tienen dificultades para eliminar el ácido de manera efectiva. Aunque la proteína es esencial para el crecimiento, mantenimiento y reparación del cuerpo, es fundamental mantener una dieta equilibrada que incluya una variedad de frutas y verduras.

Vida sedentaria
Estar inactivo y sentado durante largos períodos de tiempo se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal. Los estudios sugieren que una mayor actividad física está relacionada con una mejor presión arterial y metabolismo de la glucosa, ambos factores importantes para la salud renal. Por el contrario, la inactividad no sólo puede provocar un aumento de peso, sino también un metabolismo lento, lo que puede provocar inflamación de los riñones.

Fumar
Fumar cigarrillos es un factor de riesgo bien conocido para muchas enfermedades, incluida la enfermedad renal. Fumar daña la salud de los riñones de varias maneras: contribuye a una mala circulación sanguínea, contiene carcinógenos, aumenta el estrés oxidativo o el daño de los radicales libres en el cuerpo e incluso puede causar rigidez en los vasos sanguíneos. Todos estos efectos pueden dañar seriamente la capacidad de los riñones para funcionar correctamente. Además, fumar también es un factor de riesgo reconocido de carcinoma de células renales, comúnmente conocido como cáncer de riñón.

Drogas ilegales
El uso de ciertas drogas ilícitas, como la cocaína, la heroína y el éxtasis, plantea un riesgo importante de daño renal. La cocaína, por ejemplo, puede provocar el estrechamiento o la contracción de los vasos sanguíneos, lo que provoca hipertensión, una de las principales causas de daño renal. Asimismo, el consumo de heroína puede provocar insuficiencia renal, especialmente cuando la droga se mezcla con otras sustancias como talco u otras toxinas.

ejercicio físico intenso

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Aunque el ejercicio es importante para la salud en general, es fundamental mantener el equilibrio y evitar el ejercicio excesivamente extenuante. El esfuerzo excesivo puede provocar una afección llamada rabdomiolisis, que se manifiesta con síntomas como dolor muscular intenso, calambres musculares y orina oscura. Cuando el tejido muscular se descompone, libera una proteína llamada mioglobina en el torrente sanguíneo. El ejercicio excesivo puede hacer que esta proteína se acumule en los riñones, provocando daños y, en algunos casos, insuficiencia renal.

Refrescos
Los refrescos y las bebidas energéticas suelen contener altas cantidades de azúcar, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales. Incluso los refrescos dietéticos, que contienen edulcorantes artificiales, se han relacionado con la función renal deteriorada. Además, los altos niveles de ácido fosfórico que se encuentran en los refrescos pueden contribuir a la acidosis, una afección que puede provocar daño renal y, en casos graves, insuficiencia renal.

Cafeína
El consumo excesivo de cafeína puede sobrecargar los riñones porque tienen que trabajar más para filtrarla del sistema. La cafeína también tiene un efecto diurético, lo que significa que requiere que los riñones eliminen más agua, lo que puede causar deshidratación. Esta deshidratación puede dañar gradualmente los riñones. Además, el consumo excesivo de cafeína también se ha relacionado con niveles prolongados de estrés y aumento de la presión arterial, aumentando así el riesgo de daño renal.

Retener la orina
Retener la orina durante demasiado tiempo ejerce presión sobre la vejiga, debilitando gradualmente su capacidad. Como resultado, la vejiga se vuelve menos eficaz para retener la orina, lo que provoca una mayor frecuencia de micción. Las consecuencias de retener la orina van más allá de las molestias habituales. Retener la orina continuamente puede causar inflamación, aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario y potencialmente causar daño renal. Es importante escuchar las señales de su cuerpo y responder rápidamente a la necesidad de orinar para mantener la salud general de los riñones y el sistema urinario.

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