Una de las primeras cosas que hay que hacer para tener un hogar limpio e impecable es, sin duda, lavar los suelos constantemente. Aquí se explica cómo obtener excelentes resultados con un simple truco.
Cuando decidimos dedicar tiempo a la limpieza de la casa no debemos dejar nada al azar. El riesgo, en este caso, es el de gastar tiempo y energía innecesariamente. De hecho, incluso un pequeño descuido o distracción podría frustrar inesperadamente todos nuestros esfuerzos.
Una de las superficies que se ensucia con más facilidad en un hogar es, como todos sabéis, el suelo. Esto, por supuesto, requiere una limpieza frecuente. Inicialmente los resultados cumplen perfectamente nuestras expectativas, pero tras una serie de lavados, aunque parezca absurdo, no es raro encontrar que en realidad el suelo no queda tan limpio. ¿Cómo reparar? Averigüemos juntos.
El secreto para tener el
suelo siempre limpio Que el suelo no quede perfectamente limpio después de lavarlo depende no tanto de nuestro nivel de habilidad en las tareas del hogar, sino de la poca atención que a veces prestamos a los objetos con los que limpiamos. En este caso se trata de la escoba que se utiliza para lavar los pisos, herramienta más conocida como “fregona”. De hecho, el suelo no puede estar perfectamente limpio si, a su vez, el paño que decidimos utilizar no lo está.
Piso limpio:
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