Benedicte Desrus/Alamy
En los pliegues de la piel pueden formarse pequeños trozos de piel sobrante, llamados verrugas cutáneas, especialmente si tienes diabetes y estás intentando encontrar formas de controlar tu peso, señala la ADA. Pueden formarse zonas oscuras y gruesas de piel blanda (llamadas acantosis nigricans) en la nuca o las manos, las axilas, la cara u otras zonas. Estas pueden ser una señal de resistencia a la insulina, dice Zanini. Las ampollas, las infecciones, la sequedad, la picazón, las decoloraciones y las anomalías de la piel pueden ser señales de advertencia de un nivel alto de azúcar en sangre. Consulta con tu médico si aparecen estos cambios en la piel. Afecciones como la acantosis nigricans pueden mejorarse manteniendo los niveles de azúcar en sangre bajo control, señala StatPearls.
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Estás sufriendo infecciones por hongos con más frecuencia de lo habitual
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La hiperglucemia puede hacer que sufras infecciones genitales por hongos con mayor frecuencia. El culpable suele ser un tipo de levadura (un hongo) conocido como Candida albicans, según la ADA. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en las mujeres los síntomas pueden incluir: picazón, enrojecimiento o dolor vaginal; dolor durante las relaciones sexuales; dolor o malestar al orinar; y flujo vaginal espeso y anormal. Si bien las infecciones por hongos son comunes en personas que no tienen diabetes, tener más glucosa en la sangre aumenta el riesgo de contraerlas. “La levadura se alimenta de la glucosa y, si tu nivel de azúcar en sangre es alto, hay más glucosa en el tracto urinario”, explica Bandukwala. Los hombres no circuncidados con hiperglucemia también corren riesgo, dice.
“Ahora también estamos viendo que esto sucede un poco más con los pacientes que toman inhibidores de SGLT2, que obligan al cuerpo a expulsar más glucosa a través de la orina”, añade. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha añadido una advertencia a la información de prescripción de los inhibidores de SGLT2 sobre una afección genital mucho más rara (y potencialmente mortal), conocida como fascitis necrosante del perineo o gangrena de Fournier (comúnmente conocida como enfermedad carnívora).
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